La gran Feria de Abril de Sevilla, es muy famosa por sus todo lo que la forma, casetas llenas de gente, vino, manzanillas, flamencas o gitanas allá por donde se mire, caballos, su cante, su baile por sevillanas, un gran ambiente, todo el mundo en la calle y lo mejor de todo, el buen tiempo.
Se celebra  aproximadamente dos semanas después de la Semana Santa y coincide con los toros en la plaza de la Maestranza, constituyendo estos eventos las Fiestas de Primavera de Sevilla.
La noche del lunes al martes se llama "la noche del pescaito" , es costumbre servir una selección de frituras de pescado y demás especies del mar. Que eso le suele gustar mucho a la gente. Su comida suele llamar mucho al turismo.
Las casetas suelen servir una oferta de tapas y la gente aprovecha la ocasión para disfrutar y comer afuera.
Los buñuelos o los churros, llamados en Sevilla "calentitos", acompañados de chocolate caliente son también típicos en la feria.
El traje de flamenca es típico para ésta ciudad, y tiene una bonita historia, en la que dicen que antigüamente las mujeres,  muchas de la etnia gitana y también campesinas, vestían cómodas batas de faena, a las que se les añadía dos o tres volantes que con el transcurrir de los tiempos se fueron convirtiendo en moda, además de ser una prenda cómoda de llevar, realzaba el cuerpo femenino dándole un toque de sensualidad que no conseguían con otras ropas. Ésta vestimenta pasó a ser el "traje de feria" para grandes y pequeñas, familias acomodadas y humildes, no había distinción de clases ni edad.
Las sevillanas son el cante y baile típico de la Feria de Sevilla. Cuando anochece, las calles del Real se iluminan con los farolillos venecianos y con los adornos de bombillas muy bonitas que alegran mucho el ambiente. Las casetas también sirven comida y es habitual cenar, tapear y beber hasta avanzada al noche. Y lo mejor de todo es estar rodeada de buena gente bailando, cantando y bebiendo.